Hola, mundo, soy yo otra vez

Vuelven a su medio los posts que nunca debieron abandonarlo. Irán aquí debajo. Encima, si acaso, alguna cosa nueva que no merezca menos.

Los posts inferiores pertenecen al malogrado blog Gabinete de Ambagedores. Vienen sin comentarios. Y no se prevé su continuidad.

La maldición contra la que lucho también venció cuando Misteridea fue el campo de batalla. Recupero aquellas colaboraciones mías en una página independiente (la pestañita de ahí arriba).

Si alguien quiere saber algo más, puede visitar la sección de FAQ, convenientemente traducida al castellano como JODE.

Y ya, ¿no?

Latan, latan…

Fábula

(Perogrullo)

 -Pío.

-Eso, pío. (*)

-Maestro, si entrecierro los párpados veo el mundo de forma diferente a como lo veo con los ojos completamente abiertos.

-Y cuál de los dos procederes te gusta más.

-Con las pestañas muy juntas aparecen colores que del otro modo se escurren.

-Cuál te gusta más, pues.

-Con ellos abiertos, las siluetas aparecen más nítidas y todos los objetos se singularizan.

-Entonces…

-No sé, maestro, he pensado que miraré durante una temporada con cada ojo de manera diferente: así, el mundo por mi ojo derecho seguirá siendo mensurable, definido, asible, y por el izquierdo podré contemplar, al mismo tiempo, las mágicas energías que la Naturaleza pone en juego con cada acto que el otro ojo registra, la luz desarmada en arco iris, las dimensiones que el opuesto no alcanza a descubrir…

-Hijo, qué es ese líquido que llevas en tu cantimplora…

[a] The Subways – Holiday

(*) Por eso de ser una fábula

Bando 024 (de tentaciones)

(PusilániMan)

 Vuelvo a caer en la falta de tentación, en la más inane apatía, en la muerte por desmotivación. Sueltan los hilos y yo no hago nada por evitar la caída. Hay a mi alrededor puertas con carteles sugerentes, anuncios luminosos, formas voluptuosas. Pero yo me mantengo tendido sobre el suelo. Las perspectivas desde una posición erguida eran inmejorables. A ras de suelo, todo se ve como una escenografía, la representación falsa e incompleta de un mundo que realmente existe, pero que no da el paso para acercarse a su profeta. Y yo no tengo ánimos para ir en su busca. Lo veo. Lo miro. Me fascina. Me resbala. Se oscurece. Se aleja. Me quedo solo. El peso de mi desgana comienza a producir asiento sobre el suelo, que se hunde irremisiblemente. Pierdo de vista los resplandores que se escurren por debajo de las puertas. El tiempo no se detiene, su ronroneo me enerva. Los llamativos carteles de vistosas leyendas acompañan a los anteriores en su incesante marcha. El éxito de la comitiva es tal que hasta los reclamos más altos sucumben a su atracción. El horizonte coloniza cotas más elevadas y mengua su intangible infinitud, la luz es ahora la cola de aquel cometa de placeres de órbita contrahecha. Y yo soy el único que se salva del agujero negro. Ahora todo está oscuro.

[a] South – Straight lines to bad lands

Bando 023 (el baile)

baile

(PusilániMan)

 Nada parece importar fuera de la melodía que la conjunción de sus mentes crea y que sus cuerpos ejecutan con natural maestría. El equilibrio surge de ellos y rodea los rastros de materia que inundan el extinto vacío para dotarlo de unas bases sobre las que provocar la creación de un universo propio, el único para el cual ahora viven. Pronto sus formas confusas dejarán de nombrarse en plural y, así, fundidos, podrán olvidar el pasado, tanto el que fue como el que aún no ha llegado, pues la atención permanente que la nueva identidad exigirá, contemplará al eterno presente como exclusivo momento posible.

Menú de estío 002 (pizza romana)

(Perogrullo)

-Cómprese una pizza de la especialidad «romana» en un supermercado.

-Póngase al microondas o, en su defecto, no.

-Sírvase caliente.

INGREDIENTES:

-1 pizza romana.

TRUQUI: Normalmente, si acudes al supermercado más cercano, tardarás menos.

TRUQUI: Te gastarás menos dinero si coges la más barata.

[a] Lostprophets – Everybody’s screaming!!!

Bando 022 (no, no fue suerte)

(el Gabinete)

Debido a las duras críticas vertidas en la sección de comentarios del bando de ayer (021), el Gabinete, reunido en calidad de Crisis, ha decidido que, demostrado que el cliente siempre lleva la razón, el post publicado por el señor Luther Blissett en el día pretérito, supone una calumnia poco fundada, un ataque a nuestros estatutos (en trámite) y constituye, asimismo, una prueba del propio delito en el que ha incurrido, del cual no habrá de salir indemne. Muy a nuestro pesar, pues el roce hace el desgaste y ya se sabe que entre débiles la empatía es más fuerte, hemos dictado sentencia (el lugar es lo que menos importa) y ha consistido el contenido de ésta en la inhabilitación del señor D. Luther Blissett como copartícipe de este espacio durante un tiempo prudencial, en el cual sus lazos con el resto del Gabinete quedarán desatados y la mención de su nombre quedará prohibida en las salas y pasillos de nuestra institución. Por su parte, el condenado volverá a ejercer a tiempo completo sus labores diplomáticas en su despachito de la Republica de Ostracia. Por el momento, no hemos pensado en sustituirlo por un nuevo ambagedor, su despacho seguirá estando igual que lo ha dejado cuando vuelva entre nosotros, quiere decirse, con la puerta abierta, la luz encendida y el elefante bajando.

[a] South – Motiveless crime

Bando 021 (fue suerte)

(Luther Blissett)

Los hechos cantan. Las pruebas son bochornosas, como el verano. En aquel juicio sin valor, exigía yo justicia o, en su defecto, suerte…

Pues ha sido suerte. Se me declaró inocente, pero fue por suerte.

No, no me vengan con cantinelas, no hacen falta. Se antoja imposible que el veredicto se hubiera basado en un juicio justo cuando se nos pide ahora que levantemos el Palacio de Justicia. Y es que a mí, esa señora que esperaba a la puerta sosteniendo en su mano una cornucopia en lugar de una balanza, se me parecía más a Fortuna Dubia que a Temis o a una cualquiera de sus primas. Y mostraba sus ojos. Y eran verdes…

[a] Lifehouse – Blind

Bando 020 (con honores)

(A.Ceguero)

Es un Honor para mí tener como última nota una Matrícula. Quién sabe, quizá es una premonición y todo. En qué sentido, es lo que desconozco.

(Sumérganse pinchando con el ratón entre los árboles…)

No aceptamos críticas de ningún tipo, tampoco de las destructivas. Ya juzgó el trabajo quien tenía la capacidad legal para hacerlo. Bueno, pero sí que pueden utilizar el servicio de comentarios para saludar y tal.

[a] Flickerstick – Smile

Menú de estío 001 (pincho de tortilla rellena)

(Perogrullo)

-Elabórese una tortilla rellena.

-Pártase en tantas raciones como se considere oportuno.

INGREDIENTES:

-1 tortilla rellena.

-Pan.

-1 caña.

TRUQUI: Añadiendo unas cuantas cañas más, quedarás como una gran anfitriona en esos días en que una visita inesperada termina derivando en fiesta.

TRUQUI: Si le quitas parte del relleno, tus invitados no notarán la diferencia (mayor fiabilidad cuando las cañas las sirves como aperitivo) y te quedará comida para poder enfrentarte a la resaca de mañana con un problema menos.

[a] Kasabian – Cutt off

Boletín Oficioso (4 de julio)

(Falacio)

Santos: Isabel, Reina de Portugal, Valentín de Berriochoa, obispo y mártir; Alberto, Albino, Antonino, Asclepia, confesores; Aureliano, Laureano, Teodoro, Ulrico, obispos; Elías, Flaviano, Jocundiano, Inocencio, Sebastia, Nanfanión, Lucitas, mártires; Procopio, abad; Berta, eremita; Oseas, Ageo, profetas.

4 de Julio

Santa Isabel de Portugal (1271- 1336)

Fue hija del rey Pedro III de Aragón (España). Nació el año 1271. Casó con el rey de Portugal y tuvo dos hijos. De la oración obtuvo fuerzas para soportar grandes dificultades y tribulaciones provenientes en gran parte de su propio marido y de sus hijos. Muerto su esposo, vivió como terciaria franciscana y distribuyó sus bienes entre los pobres. Murió en el 1336 cuando intentaba restablecer la paz entre su hijo y su yerno.

(Y se obró el milagro)

[a] Clann Zu – Hope this day

Aviso 001 (de gravedades)

(A.Ceguero)

«Hoy la casa pesa un poco menos… No eres consciente del camino hasta que alcanzas el final de la etapa. Lo peor es que reflexionar sobre él no sirve de mucho. Siempre imaginas cómo será la llegada, todo lo bueno que te vas a encontrar (o lo malo: depende de las premisas y de lo que el camino te vaya enseñando), pero una vez sentado a la sombra del árbol que piensas merecida, comienzas a echar de menos el vivo calor del sol, la sempiterna compañía, el polvo que tus pies levantan y que va pintando a tu espalda un nuevo paisaje… Las líneas que creíste paralelas comienzan a mostrar su verdadera dirección. Dicen que es Ley de Vida; nunca llegué a comprender muy bien el sentido de las matemáticas, y, ahora que veo los resultados, echo de menos un conocimiento más profundo, pero la etapa de aprendizaje asistido ha tocado a su fin, lo de volar es un acto íntimo…»

Nos hemos encontrado esta nota mientras hacíamos limpieza en el gabinete. Desconocemos a su autor y no confiamos en que aparezca, pero albergamos la esperanza de que su potencial receptor pueda llegar a conocer el mensaje. De momento, colgamos el aviso en el tablón de anuncios. No sé, a lo mejor termina por aparecer su destinatario y nuestra acción se convierte en un acto útil.

[a] Fair to midland – Vice/versa

Bando 017 (juicio sin valor)

(Luther Blissett)

Maldito juicio. Contra todo reglamento, estoy obligado a mostrar pruebas de mi inocencia. Si me declaran inocente, gano mi libertad. Si, por el contrario, el veredicto es de culpabilidad, me condenan a sufrir cautiverio durante un año y un día. Si mi comportamiento es ejemplar, tras el pago de la consiguiente fianza, me dejan en libertad con cargos de conciencia en apenas tres meses. Crucen los dedos, y miren a los dos lados antes de hacerlo, no sea que venga algún coche…

Para todos los encausados: justicia y suerte.

[a] Our Lady Peace – Innocent

Bando 016 (novelado)

(PusilániMan)

Resulta peculiar esa sensación que, de vez en cuando, me asalta y que, de no ser porque padezco de levitación y rara vez logro mantenerme con los pies en el suelo, conseguiría alcanzar su intención de horrorizarme y hacerme pedir la carta de libertad que supone abandonar el macabro juego de la vida. No por negarlo un mayor número de veces, lograré zafarme de esta fatalidad que, por propia definición, resulta inevitable e ilegible.

Me empeño en buscar claves que generen esa novela que pretendo protagonizar: unos personajes arquetípicos, unas tramas brillantes, unas anécdotas que engorden las páginas y refresquen la memoria, unos escenarios de abarcable infinitud y desbordante personalidad; yo contra todos para conseguir el reconocimiento eterno de los otros todos.

¿Y qué es lo sucede finalmente? Que voy apareciendo, sin previo aviso, en otras novelas, en relatos fantásticos, historias de violencia y desengaño, costumbristas, históricas… interpretando, según la ocasión, a bufones, salvadores, lacayos o, incluso, apareciendo como mero reparto o como, lo que es aún más desasosegante, un simple y liso frontis. Yo estuve en la página 25 de aquel libro censurable, en la 100 de esa obra que mereció tantos reconocimientos, revolví en unas cuantas hojas de aquella biografía apócrifa, incluso fui aquel indeseable que anunciaba al comienzo del libro la terrible noticia…

Pero tengo la espina clavada de no haber podido generar mi propia leyenda, de haber carecido del poder de aparecer en tantos párrafos como hubiera deseado y decidido, actuando según mi albedrío y no para satisfacer los designios marcados por el autor de turno.

Sé que no puedo pergeñar mi propia fábula a partir de mis concursos en otras novelas, pues el resultado sería burdo, disonante y falso; no pueden alcanzar a comprender los unos los papeles que me reservaron los otros, la falta de tacto, la ceguera o el despotismo que me fue aplastando hasta convertirme en carne de imprenta.

Existen ciertos textos en curso vigente de los que, como en los demás, desconozco la conformación del fin y la distancia que me separa de él. Me asusta el rumbo que están cogiendo algunos de ellos y estoy empezando a pensar que prefiero que no pasen de relatos cortos: una novela larga puede convertirse en una tortura y, de tener que sufrir un final trágico, prefiero la resolución de aquél frente a la morbosa agonía que me conduciría hasta las páginas finales de la novela.

Y aunque nadie lo sospeche,
echo yo también de menos
que me cuenten en poemas
para rimar en sus versos
con palabras que reciten
que mi vida fue, de hecho,
la que siempre deseé
y que no fue sólo un sueño.

[a] Flickerstick – Pistol in my hand